domingo, 29 de junio de 2025

Dulce contradicción: Medicinas y azúcar refinada bajo el mismo techo.

 


Recuerdo con nitidez aquella tarde en que acompañé a mi abuela a la farmacia para buscar sus medicamentos para la diabetes. Si la memoria no me falla, el récipe era por Metformina de 500 mg. Mientras hacíamos fila, para ser atendidos,  mis ojos se posaron en una vistosa exhibición junto a la caja: chocolates de todas las marcas imaginables y caramelos importados de los rincones más lejanos del mundo —China, India, Pakistán— brillaban como un desfile de tentaciones azucaradas.

Le señalé aquella contradicción a mi abuela. Ella apenas sacudió la cabeza y, con una media sonrisa cargada de ironía, murmuró: 

—Así es la vida, hijo. Hoy te venden cura y veneno en el mismo sitio.—

Esa frase se me quedó grabada. Reflejaba con una claridad escalofriante la paradoja de nuestro tiempo. Desde entonces, cada vez que entro a una farmacia, no puedo evitar notar ese doble discurso: un espacio que proclama salud, pero te seduce con aquello que la socava.

Y es precisamente desde esa contradicción que hoy contemplo —con cierta decepción moral— los eslóganes que adornan nuestras farmacias: “Tu salud, nuestra prioridad”, “Cuidamos tu salud”, “Cuidamos de ti”… Frases bellas, pero vacías cuando se confrontan con la realidad cotidiana del consumo.

Esto no es una mera falla de comunicación: es un dilema ético. No basta con anunciar buenos valores si los actos dibujan un mensaje opuesto. Tal vez sería más honesto adoptar el lema de Farmatodo: “Más que una farmacia”… porque, en efecto, lo son. Son tiendas de contradicciones cuidadosamente empacadas.

Sólo adecentando la política, Venezuela saldrá adelante..!!!!

Ing. Robny Jauregui

 

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