domingo, 14 de septiembre de 2025

1983: La entrevista al gran político del siglo XX.

 


La entrevista a Carlos Rangel Guevara, autor de "Del buen salvaje al buen revolucionario", por parte de Marcel Granier el 18 de mayo de 1983 en pleno gobierno de Luis Herrera Campíns del partido COPEI. En medio de la crisis de deuda producto del gobierno de Carlos Andrés Pérez de 1974 a 1978.  

I. La persistencia de las ideas políticas atrasadas en América Latina [02:02]

Carlos Rangel inicia su exposición señalando que los políticos latinoamericanos, y en particular los venezolanos, adoptan con retraso ideas políticas que ya están en bancarrota en el resto del mundo. A pesar de que el socialismo ha demostrado ser un fracaso como modelo de progreso, se sigue promoviendo en la región. Rangel argumenta que aunque Karl Marx formuló una idea poderosa, los intelectuales más perspicaces de la época, como Friedrich Hayek, ya habían reconocido su error hace décadas [03:02]. El autor destaca la paradoja de Venezuela, donde partidos con supuestas diferencias ideológicas como Acción Democrática y COPEI han aplicado políticas muy similares, lo que ha llevado a la crisis que el país enfrenta [05:38].

II. El "capitalismo de Estado" como maldición para Venezuela [09:05]

Rangel identifica al "capitalismo de Estado" como la principal causa de la crisis venezolana, una herencia del imperio español. En este modelo, el Estado es el propietario de los recursos del subsuelo (como el petróleo), y no los ciudadanos dueños de la tierra. Esta concentración de la riqueza en manos del Estado ha generado corrupción y un despilfarro sin precedentes. Rangel estima que la mitad de los ingresos petroleros se destinan a pagar sueldos de funcionarios, mientras que la otra mitad se usa para cubrir las deudas de empresas estatales. Subraya que estas empresas son una calamidad, pierden dinero y son ineficientes, no solo en Venezuela, sino a nivel mundial [11:19].

III. El peligro del Estado omnipotente y la amenaza a la libertad [20:28]

El autor advierte que un Estado todopoderoso no solo arruina la economía, sino que también amenaza la libertad política. Cuando el Estado concentra todo el poder económico, se hace peligroso disentir del gobierno, y la libertad de expresión puede perderse. Como ejemplo, menciona la situación en México [21:14], donde el Estado utilizaba el control de la importación de papel para censurar a la prensa y silenciar cualquier crítica a sus políticas [22:48].

IV. La nacionalización del petróleo y su impacto negativo [23:35]

Carlos Rangel califica la nacionalización de la industria petrolera como una "fanfarronería tercermundista". En lugar de ser un beneficio, se ha convertido en una excusa para que el Estado gaste sin control y se endeude aún más. Señala que la politización de PDVSA es uno de los hechos más graves en la historia reciente de Venezuela. Al despojar a la empresa de sus ganancias para financiar otros fines, se está destruyendo su eficiencia y su moral interna [24:47].

V. El fracaso histórico de América Latina y la ruta hacia la dictadura [44:51]

Rangel reitera su tesis principal: América Latina, como proyecto social y político, ha sido un fracaso. Este fracaso, según él, se debe a la herencia del absolutismo y la desconfianza del imperio español, que el socialismo ha reforzado. Rangel advierte que si los líderes venezolanos no corrigen el rumbo, el país podría seguir el camino de naciones como Argentina, Chile y Uruguay, que tras implementar políticas económicas equivocadas, terminaron en una catástrofe económica que derivó en dictaduras sangrientas [34:02]. Critica la idea de que un golpe militar es la solución, argumentando que una nueva dictadura sería mucho más brutal que las del pasado, debido a la complejidad de la sociedad moderna y a la burocracia estatal ya existente [57:22].

VI. La esperanza en el pueblo y la necesidad de una real desconcentración del poder [39:02]

A pesar de su pesimismo, Rangel expresa su confianza en el pueblo venezolano, a quien considera admirable y civilizado, capaz de adaptarse a la modernidad y la democracia. El problema real, según él, no es la sociedad, sino la falta de confianza de las élites políticas, que se niegan a entregarle al pueblo una verdadera democracia. La única solución, subraya, es desmantelar el "capitalismo de Estado" y transferir la propiedad de las empresas estatales a los ciudadanos, por ejemplo, vendiéndoselas a los trabajadores [40:24]. Sin embargo, se muestra pesimista, ya que los principales partidos políticos no parecen tener voluntad para corregir los errores estructurales y proponen más de lo mismo [40:42].


Solo adecentando la política, Venezuela saldrá adelante.

Ing. Robny Jauregui